jueves, 19 de febrero de 2009
Historia de un cigarrillo sin fumador
Después de hablar hasta altas horas de la noche, entrada la madrugada, te fuiste en esa combi chata en la que entras doblado. Como pensaste que iba tardar más en llegar ese vehículo, encendiste un cigarrillo, el cuarto de tu noche, al menos de lo que vi yo, te subiste a la carrera y me dejaste el cigarrillo encendido.Siempre me había parecido que la gente que fuma cigarrillos aun cuando esta sola se ve acompañada, sin embargo con el cigarrillo en las manos no me sentía acompañado.Siempre e pensado que fumar cigarros es un hábito muy pequeñoburgués (no se molesten los fumadores, aún los pequeñoburgueses que no fumamos podemos decir algo al respecto), parado solo con ese palito en la mano, aspirando de donde nada hay y expirando a nadie que le importe. Pero creo que sentí la soledad del cigarrillo consumiéndose sostenido en mi mano, además me veía como un idiota con un cigarrillo en la mano, dejándolo consumirse, así que me decide a darle un beso, el beso más amargo y áspero de mi vida. Vaya no sabia que así se sentía fumar pero ahora que lo sé realmente me satisfago de mi abstinencia, bueno los señores fumadores que no se van a molestar con lo que escribo, le encontraran su gusto supongo. Sentí un calor en la garganta que me paso por el esófago, se atoro en la tráquea y picó en la barriga, empecé a toser, me cuide de no hacerlo muy fuerte para no evidenciar que no sabia fumar y que era la primera vez que lo hacía, había doblado el cigarrito al toser, para comprobar que no eran prejuicios míos le di otro besito con más confianza, ahora sentí cierto sabor en la lengua, pero no era delicioso y el ardor aún era desagradable, el cigarrillo aún ni llegaba a su mitad y era como si me dijera: "probamos una vez más, aún no conoces todo de mí", un tercer beso profundo y con la mente fría y despejada. "Umm. No cigarrito esto no va para más me despertaste curiosidad en un momento y como no tenia nada que hacer, pero te haz hecho ilusiones desmedidas conmigo", pensé que era una estupidez comparar a un cigarrillo con una mujer pero al fin y al cabo termino comparando así a todas mis drogas, sin duda una idiotez. Sin dudarlo apagué el cigarrillo cuando aún no llegaba a su mitad.
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El cigarrilo tampoco llama demasiado mi atención, aunque confieso que me gusta fumar aunque sea un poquito delante de mis padres cuando hay algún evento familiar, pues me da una falsa adultez que me hace sentir bien.
ResponderEliminarEn todo caso si de fumar se trata, prefiero los mentoladitos je...
cuidese